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Los mercados de las tecnologías medioambientales y del agua en México están preparados para crecer en los próximos años debido a una fuerte necesidad de modernización de las infraestructuras en el sector del agua y a la necesidad de soluciones tecnológicas para los residuos sólidos. Las partes interesadas de los sectores público y privado están dispuestas a abordar muchos de los mayores retos de México en estos sectores con los últimos productos, tecnología y experiencia. Como resultado, se espera que estos sectores ofrezcan buenas oportunidades de negocio para las empresas estadounidenses en el periodo 2021-2022.

Se espera que el mercado para los subsectores de agua y aguas residuales en México aumente 1.0 por ciento de 2021-2022, mientras que las exportaciones de Estados Unidos a México se espera que sean 69.5 por ciento del mercado total de importaciones. La Comisión Nacional de Agua (CONAGUA) informa que el 77 por ciento del agua disponible se utiliza en el sector agrícola, el nueve por ciento en el sector industrial y de servicios, y el 14 por ciento en las zonas urbanas.

El presupuesto de CONAGUA para 2022 es de aproximadamente 1.700 millones de dólares, que se utilizarán para financiar mejoras en las infraestructuras existentes de agua potable y aguas residuales municipales, así como para aumentar las infraestructuras de los proyectos de riego en las zonas agrícolas de México. El gobierno también planea invertir en dos proyectos de inversión público-privada en proyectos de desalinización y proyectos de plantas de tratamiento de aguas residuales municipales, así como plantas de tratamiento de agua potable, valorados en 150 millones de dólares, en varias zonas metropolitanas.

Resultados obtenidos hasta la fechaPor un lado, el proyecto creó un marco legislativo para los planes estándar de gestión de residuos en los hoteles del Caribe mexicano, lo que permitió introducir los planes de forma generalizada. Por otro, sensibilizó a los turistas, los hoteleros y sus empleados sobre esta cuestión. También se realizó un análisis de mercado para identificar el potencial de reciclaje en el estado de Quintana Roo. En él se ofrecen estrategias y recomendaciones sobre los incentivos que puede ofrecer el Estado para animar al sector privado a implicarse más en este ámbito. Se elaboraron e implantaron planes de gestión para mejorar la gestión de residuos en tres hoteles de distintos tamaños.

Esta política incluye la clasificación de residuos peligrosos y exige un manejo especial de los residuos sólidos (Lara et al., 2020). La ley ordena a los gestores desarrollar normas oficiales que establezcan los criterios de eficiencia ambiental y tecnológica que deben cumplir los materiales de empaque de plástico (Lara et al., 2020). Las normas deben incluir objetivos de reducción, reciclaje y reutilización (Lara et al., 2020). Además, los grandes generadores, productores, importadores, exportadores y distribuidores de envases y residuos plásticos, incluyendo poliestireno expandido (Styrofoam) y llantas usadas, están obligados a formular y ejecutar planes de manejo de residuos plásticos (Lara et al., 2020).

Las Normas Oficiales Mexicanas (NOMS) son normas técnicas emitidas por las autoridades competentes para aplicar las directivas legislativas. Estas autoridades son la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) que supervisa la promulgación y aplicación de la regulación ambiental y el brazo ejecutor de la SEMARAT, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) (Lara et al., 2020). La NOM-161-SEMARNAT-2011 define los criterios para los materiales de desecho que requieren un plan de manejo, así como una lista de los propios materiales (Lara et al., 2020). Esta norma también establece las responsabilidades de los grandes generadores de residuos plásticos (aquellos que generan más de 10 toneladas de plásticos específicos al año) (Lara et al., 2020). Los sectores económicos a los que se dirige esta norma son la salud, la agricultura, el transporte (marítimo), el comercio minorista, las campañas políticas y los anuncios públicos (Lara et al., 2020). Además, esta NOM pretendía abordar el principio de responsabilidad compartida de todas las entidades (Lara et al., 2020).

En esta situación, las nuevas plantas de clasificación STADLER basadas en la automatización de la gestión de residuos, cobran aún mayor importancia por su potencial para mejorar la situación medioambiental de México e impulsar la economía circular.

La nueva planta de clasificación inaugurada por Operadora de Ferrocarril y Manejo de Rellenos (OFMRS) es testimonio de esta tendencia hacia la automatización. Esta empresa privada, especializada en la disposición final de RSU, se ha aliado con STADLER para desarrollar una planta en la ciudad de Cuautla (Morelos, México) capaz de gestionar el tratamiento integral de residuos de 16 municipios de Morelos y una pequeña parte de Ciudad de México.

“Este proyecto nace de la visión compartida por la OFMRS y STADLER sobre la gestión de residuos. Esta visión ha derivado en una propuesta tecnológica y en el desarrollo de un nuevo modelo de operación”, comenta Natalya Duarte, Gerente de Ventas para México de STADLER. “El objetivo era recuperar diferentes tipos de envases y materiales reciclables y redistribuirlos de nuevo en varias cadenas de producción, tantas veces como fuera posible. Este innovador modelo de negocio y gestión hace viables este tipo de proyectos, además de hacerlos más rentables debido al proceso de clasificación altamente eficiente y a los altos niveles de pureza de los materiales.”