La Xbox One es una de las peores consolas que ha existido. Se lanzó en 2013 y por aquel entonces el máximo representante de la división Xbox era el polémico Don Mattrick. Los ingenieros de Xbox centraron sus esfuerzos en crear una consola centrada en el entretenimiento multimedia y esto es perceptible en la consola. Monta una GPU muy poco potente, tiene una memoria RAM muy lenta, baja velocidad de red, alimentación externa, Kinect 2.0, etc... Vamos, un desastre. Lo poco decente de esta consola es la CPU y y la esRAM, pero no ofrecen ninguna ventaja sustancial frente a la competencia. Su catalogo de juego es muy limitado y los juegos exclusivos de Xbox One fueron bastante mediocres. Halo 5 Guardians es considerado el peor Halo de la saga, Fable fue cancelado, Scalebound fue cancelado, Gears of War 4 tenía unos gráficos buenos pero una trama muy poco trabajada, Crackdown 3 fue una estafa y no ofrecieron lo que prometieron, State Of Decay otro fracaso... El único juego sobresaliente fue Ori And The Blind Forest. El resto del catalogo, muy mejorable. El mando de la Xbox One es muy bueno, tiene una construcción bastante mala, pero está muy bien diseñado y es muy agradable de usar para juegos First-Person-Shooter. La Kinect 2.0 en cambio fue horrible en todos los aspectos. Y he de añadir que gracias a Phil Spencer, la Xbox One mejoró ligeramente como plataforma. Trajo la convergencia entre Windows 10 y Xbox (mediante UWP) y trajo la retrocompatibilidad con la legendaria Xbox 360. A pesar de ello, la Xbox One original, en terminos de hardware, fue un fracaso. Los juegos multiplataforma corren a 900p de resolución y con tearing en Xbox One. En la competencia, iban a 1080p30fps sin ningún problema. Esto se debe al cuello de botella de la esRAM y la GPU. La consola también hace bastante ruido, pero esto se debe al disco duro HDD, así que eso también le repercute a la PS4. En resumen, fue una mala consola.